domingo, mayo 24, 2009

Estampados y cereales

·Entro en el baño. Un bote de crema plateado refleja los estampados del vaso de porcelana comprado en Ikea que se parecen sorprendentemente a la funda del edredón de mi cuarto. No diré que nunca había reparado en ello, pero no de una manera totalmente consciente.

·Nadie ha descubierto todavía el increible poder mediático de la parte de atrás de las caja de cereales. Ahora mismo podría recordar perfectamente la información de la parte de atrás de la caja de cereales esta mañana. Cuando uno está desayunando, se da en el cerebro una situación parecida al autismo. Los estimulos de los sentidos son complejos y molestos. Todo nos parece ruidoso y desagradable, y entonces cojemos la caja de cereales buscando letras. Soma rápido para nuestro cerebro adormecido y quejica. Entonces consumimos lo que sea: Zutaten, jarabe de glucosa y lo que nos echen.


PEZ EN EL CAMPO2
Cargado originalmente por Metil-Metacrilato

miércoles, mayo 06, 2009

Consejos mistico-culinarios

O cómo no sacar un billete de AVE mientras haces espinacas sorpresa

Hola amigos (y amigas, que vivimos en un pais plural):

Hoy os voy a enseñar una lección que he aprendido hoy (valga la redundoncias): La cocina moderna ha de ser rápida, práctica y eficaz, pero siempre ha de ejercerse desde un respeto. Uno tiene que respetar a los huevos para poder usarlos, venerar a la sal y comprender siempre a ese brócoli que solo desea que saques lo mejor de él.

He decidido que a partir de ahora, antes de cocinar, voy a hacer un ritual de preparación espiritual para y en comunión con mis ingredientes. Desde mi experiencia de hoy, mi karma me pide que me incline ante los huevos, me unja con el aceite de oliva y me haga la cruz en la frente con la harina (a ver, la cruz, la media luna, la estrella de David, o lo que sea, joer, que vivimos en un pais plural).
El caso es que no podemos seguir tratando a los ingredientes con tan poco respeto. No maltrataré a la cebolla, cortándola de cualquier forma, no subestimaré la antigua ley de los volúmenes y los tiempos en la cocción, no olvidaré cosas puestas a gratinar, no congelaré justo antes de la caducidad, como si fuese dueño del tiempo de putrefacción.

El principal culpable es este mundo alocado en que vivimos. Si te fijas, muchas veces ya compras ingrdientes despreciados de nacimento, con un pecado original: esos tomates duros como piedras, que si tiras por la ventana (en un momento de vehemencia) puedes matar a alguien (no es coña, que vivo en un 5º); esa lata que un día fué un atún que nadaba con vigor en el atlántico, hoy reducida a un cilindro de carne muchas veces inconexa (según marcas). Luego están los ingredientes de peor calaña: ese perejil que un día fué desecado y metido en un bote, ese falso zumo de limón que sacas de un envase con forma de limón, esa pastilla de caldo que un día fue parte de una vaca entera...
Yo, desde luego, a partir de ahora voy a actuar desde el respeto.