domingo, enero 28, 2007

Perversiones asturianas

Coloridas y brillantes sensaciones, germinadas en los lejanos abismos de un gran puchero fascinante bailaban sobre sus papilas, como rindiendo culto a un olvidado dios tranquilo y sensual.

Pero graves semblantes auspiceros recusaban su actitud.

Los edénicos vaivenes incitaban a despertar a los ingredientes del hechizo, que desfilaban como reviviendo sobre su exhausta y sobrecargada sensibilidad, unidos por el Hombre y el Fuego para comulgar en el milagro de la deglución.

Pero hoscos rostros desaprovaban el trance, conocedores de los indómitos espíritus que ahora entraban en su cuerpo.

Y, al cabo, se trocó en transgresiva la otrora suculenta esencia de su paladar. De lo que antes fue vida, emanó la muerte.

Pronto, se insinuaron objecciones al sinuoso hilo argumental de su colofón espinal y en cayendo la suave brisa de lo ya insólitamente añejo, apreciose por la concurrencia la inquietante naturaleza de nuestra percepción de lo inmaterial.
Hallose sugestivo cómo gobierna súbitamente nuestro haber y nuestro debe, para disparar tentativas de galope desde lo profundo reprimidas sólo por la más exterior de las capas de la sesera.
Y muchos supieron entonces el porqué.



lunes, enero 01, 2007

2007

El tiempo pasa. Un telón de fondo que suena en alguna pared de tu casa o en tu muñeca, marcando la ley de tiempo inventada por el hombre.
Cada 3153600 segundos, un año nuevo.
De esos tres millones algunos han valido la pena. Quizás recuerdes nítidamente momentos de pocos segundos aislados de este año pasado. Una frase, una sensación fugaz.

Un puñado de segundos para ser feliz.

Yo os propongo firmemente que aprovechemos este nuevo plazo de 3 millones y pico segundos que nos concedemos antes de volver a parar y recapacitar una vez más todos el mismo día.

Es nuestra obligación ser merecedores de la situación privilegiada que se nos ha concedido en el mundo y crecer como personas. Sería muy estúpido por nuestra parte no ser felices.
Es muy torpe por ejemplo tirar una media de 1440 segundos al día delante de la tele, sin sacar absolutamente ningún provecho de ellos.

Ojala que exprimamos el año que viene para avanzar en lo que queremos y no nos engulla con la rutina estúpida a la que nuestro propio sistema nos empuja.

Mi más sincero deseo de que cada uno de los 365 días del año 2007 que entra lucheis por vuestros segundos, y por mantener a raya todo lo facil e insustancial para no quitarle el ojo al sorprendente, terrible y maravilloso Mundo Real que nos rodea.