sábado, agosto 18, 2007

Aventuras y desatinos

Holas amigos! Que tals?:

Hace apenas una semana que he vuelto de mis vacaciones a Madrid, ciudad de mil encantos agosteños.
Este año, huyendo de convencionalismos, y apostando fuerte por los aventureros que llevamos dentro de nuestras carnes tres buenos amigos mios y yo, hemos decidido hacer un viaje de pirados por los confines de Europa (Croacia, pasando por Eslovenia y previamente por Italia, Francia y como no, Burgos), en un VW Polo sin aire acondicionado aunque, gracias a Dios, con 5 puertas.

La verdad es que uno empieza a entender el porqué de los viajes enlatados de 8 días y 7 noches con pulserita y todo incluido. No voy a decir que no haya disfrutado de mi viaje porque mentiría, pero lo que es descansar, mirusté, no he descansado demasiado.
Son tantas las anécdotas que me agobio y no me voy a explayar en ninguna, me ha pasao de todo:

  1. Rotura de gafas el día antes de empezar el viaje, realizado con las gafas remendadas con cinta americama y una caja de madera para guardarlas porque no se podían plegar (tomar en consideración mis 5 y 5,50 dioptrias de puro ojo de miope).
  2. Robo de todos los documentos que dicen que uno es uno mismo, cámara de fotos para frikear, movil o celular, una pasta o mucho dinero y llaves del piso en Madrid el primer día de viaje (Tolouse).
  3. Abandono de la cabeza del húmero de su puesto de trabajo habitual (luxación de hombro, para los entendidos) poco antes de volverme a esta mi España en isla adriática (Korcula).
  4. Pernoctación en tienda de campaña sobre cesped que a la mañana siguiente resultó ser prácticamente una rotonda en antigua capital yugoslava (Zagreb).
  5. Escalada por fachada de albergue a las 3 a.m., animada por el alcohol, para pernoctar en habitación previa y legalmente alquilada, sita en el segundo piso del mismo... Estando esta parcialmente ocupada por 3 santandereñas inconscientes (Dubrovnik).
  6. Lanzamiento monteabajo de bombona de camping gas grande y vieja, con posterior retirada mediante un palo primero, y con la mano después con el consiguiente peligro de explosión (Pirineo catalán).
  7. Encontronazo con acontecimiento deportivo no esperado ni deseado (Tour de Francia), en carretera pirenaica que se creía en principio de poca importancia geoestratégica, mientras acudimos con urgencia a una comisaría española para traer al mundo un nuevo pasaporte para mi persona. Esto nos obliga a
  8. Pernoctación en vehiculo en arcén de carretera pirenaica, con previa ingesta de sopa de champiñones precocinada utilizando una pieza de plástico diseñada con otro fin a modo de cuchara.
Sólo he de decir que si bien un "cocopiña" habría sido más relajado (y no más caro), este es un viaje que seguramente contaré a mis nietos (os jodeis, nietos).

¡Amo mi sofá!

No hay comentarios: