Además, seguro que estaba de buen humor por la exclusiva razón de que es Primavera.
¡Las hormonas pueden con todo, señora!. Que se te parte (literalmente) por la mitad la bici y quedas relegado a tus pies, ¡da igual!. Que te inutilizan media mandíbula para el resto de tu vida, ¡que más dá!.

Ya mandaré más posts acerca de la sucesión estacional y la alteración sanguínea que conlleva.
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